Mote de Ahuyama Caribeño: Delicioso majado costeño con calabaza dulce
Como hacer Mote de Ahuyama Caribeño
Contexto sociocultural e histórico del mote de ahuyama
En la cocina de la costa norte de Colombia, el término mote alude a preparaciones tradicionales de textura espesa, muy vinculadas con la historia, las cocinas rurales y la fusión entre herencias indígenas, africanas y europeas. Por ejemplo, para la región caribeña, el clásico Mote de Queso — hecho con ñame y queso costeño — es considerado “una de las sopas insignia de la Costa” colombiana.
En ese contexto, el Mote de Ahuyama (o mote de auyama/ahuyama) aparece como una variación menos documentada, pero presente en las cocinas de la región bananera del Magdalena y otras zonas costeras, donde se describe como “mote de ahuyama — se cocina la ahuyama en trozos y unos plátanos maduros”.
La ahuyama (variedad local de calabaza: Cucurbita moschata) ha sido ampliamente cultivada en zonas cálidas del Caribe colombiano.
Así, el plato conjuga la dulzura natural de la calabaza con técnicas de majado y sofrito que remiten a guisos tradicionales costeños. Es un registro más de la riqueza gastronómica regional donde lo simple, lo local y lo rural ganan protagonismo.
Mote de ahuyama o Poteca de ahuyama
Ingredientes (4 porciones aproximadamente)
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1 kg de ahuyama madura (aproximadamente 1 calabaza mediana)
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2 plátanos maduros grandes (opcional, para dar dulzor y textura)
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1 cebolla cabezona mediana (≈ 120 g), finamente picada
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2 dientes de ajo, picados
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2 cucharadas de mantequilla o aceite de achiote
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½ taza (≈ 120 ml) de caldo de pollo o verduras
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Sal y pimienta al gusto
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1 cucharadita de comino molido (opcional)
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¼ taza de leche o crema ligera o suero costeño (opcional, para textura más cremosa)
Valor nutricional estimado
Considerando los ingredientes anteriores para toda la preparación (~4 porciones):
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Calorías totales aproximadas: ~ 800‑900 kcal
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Calorías por porción: ~ 200‑225 kcal
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Carbohidratos dominan por la ahuyama y el plátano
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Fibra moderada, grasas dependiendo de la mantequilla o aceite usados
💡 Nota: Este cálculo es estimado; variará con adiciones como crema, queso, etc.
Dificultad de la receta
Nivel: Fácil‑moderado
Trabajo y técnica: La técnica principal es cocer/ablandar la ahuyama (y plátano si se usa), hacer un sofrito base (cebolla, ajo) y luego majado o puré para combinar los sabores. No requiere técnicas avanzadas, pero sí control de textura y sazón.
Tiempo estimado:
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Preparación de ingredientes: ~10 min
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Cocción de ahuyama/plátano: ~20‑25 min
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Sofrito + integración + acabado: ~5‑7 min
Tiempo total aproximado: ~35‑40 min
Paso a paso
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Pelar la ahuyama, quitar semillas, cortar en trozos de ~3‑4 cm. Si se usan los plátanos maduros, pelarlos y trocearlos.
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En una olla mediana, poner la ahuyama (y plátano) con agua suficiente para cubrir, añadir una pizca de sal. Cocinar a fuego medio‑alto hasta que esté tierna (~20‑25 min). Escurrir y reservar.
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Mientras tanto, en una sartén mediana, derretir la mantequilla o calentar el aceite de achiote. Añadir la cebolla picada y sofreír a fuego medio hasta que esté translúcida (~3‑4 min). Incorporar el ajo y sofreír unos 30‑60 segundos hasta que suelte aroma.
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Añadir el comino (si se usa) y mezclar, luego verter el caldo. Dejar que el líquido se reduzca ligeramente (~1‑2 min).
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En un recipiente hondo, majado o con prensa de papas, triturar la ahuyama (y plátano) hasta obtener una textura algo rústica o suave, según preferencia. Añadir la mezcla de sofrito al puré. Mezclar bien.
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Si se desea una textura más cremosa, añadir la leche o crema ligera y mezclar. Ajustar de sal y pimienta. Calentar 1‑2 min más, removiendo para integrar.
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Servir caliente, idealmente como acompañamiento o plato principal ligero.
Maridaje sugerido
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Bebida: Un vino blanco joven, ligero y afrutado (ej. Sauvignon Blanc) o una cerveza clara tipo lager bien fría, que complementen la dulzura de la ahuyama.
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Acompañamiento: Arroz blanco para absorber la salsa, o un buen pescado costeño a la plancha (por ejemplo pargo). También va bien con un poco de aguacate o ensalada fresca para balancear.
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Textura: Por su punto suave y dulzón, combinar con algo de crujiente – podrían prensados de plátano o chips de yuca.
Variaciones posibles
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Incorporar queso costeño desmoronado encima para un contraste salado‑dulce.
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Añadir hojas de cilantro o cebollita larga picada al final para frescura.
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Sustituir el plátano por boniato si se desea más tierra y menos dulzor tropcial.
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Transformar en plato más consistente agregando cubitos de tomate y arvejas, como algunas variantes de “poteca de ahuyama”.
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Hacerlo vegetariano usando solo caldo vegetal y leche de coco para una versión sin lácteos.
Conclusiones y recomendaciones
El mote de ahuyama es una joya menos conocida de la cocina costeña, donde la calabaza se convierte en protagonista dentro de la familia de sabores del Caribe colombiano: dulce‑tierra, reconfortante y cargado de memoria. Aunque no tan registrado como otros motes (ñame, queso, guineo), sí aparece como tradición oral y regional.
Dónde comerlo: Si estás en la costa norte de Colombia — en zonas como el Magdalena, la zona bananera o municipios rurales de la costa Atlántica — te recomiendo explorar fondas y caseríos que ofrezcan comida típica costeña: allí podrías solicitar “mote de ahuyama” o preguntarlo por su nombre local (mote de auyama). También en festivales gastronómicos de la región caribe podría aparecer.
Recomendaciones de servicio: Sirve bien caliente, idealmente acompañado de arroz blanco y unas tajadas de plátano maduro frito. Guarda la porción restante adecuadamente (refrigerada) y recalienta suavemente para mantener la textura cremosa.
